Para un molde para tarta Ø 27 cm.
Masa: Para 4 ó 5 tartas
1 kilo de harina – 25 cl. de leche – 40 gr. de levadura – 4 huevos – 15 gr. de sal – 50 gr. de azúcar – 400 gr. de mantequilla.
Tamizar la harina en la mesa de trabajo. Hacer un hoyo en el centro y echar allí la leche con la levadura diluida y los huevos. Enseguida, colocar en el exterior del hoyo, la sal, el azúcar y la mantequilla cortada en pequeños dados. (El azúcar no debe estar en contacto directo con la levadura).
Mezclar suavemente a mano los ingredientes del centro tomando poco a poco la harina. Trabajar bien la masa hasta que tenga consistencia y esté lisa. Dejarla descansar durante 10 minutos cubriéndola con un paño de cocina. Untar el molde con mantequilla y verter la masa.
Relleno: 2 cucharadas (de sopa) de azúcar en polvo– 2 cucharadas (de sopa) de harina – 2 latas grandes de albaricoques (o albaricoques frescos si es la estación).
Cubierta: 1 huevo batido en un poco de leche fría.
Extender la masa a un espesor de 2 a 3 mm en 2 círculos de los que uno servirá para cubrir la tarta. Colocar uno de ellos en el molde untado con mantequilla.
Mezclar el azúcar con el harina y echarla sobre la masa. Escurrir los albaricoques y colocarlos en toda la superficie de la tarta. Mojar el borde con el huevo batido y la leche fría y sobre éste poner el otro círculo apoyando bien para unir los bordes. Pasar el rodillo por el borde a fin de retirar el exceso de masa. Cubrir el segundo círculo de la masa con la mezcla de huevo y leche fría y hacer algunas incisiones con una tijera y espolvorear 2 a 3 cucharadas de azúcar en polvo.
Dejar descansar durante 15 minutos antes de hornear. Llevarlo al horno a temperatura de 160-170° durante 30 a 40 minutos.